martes, 29 de enero de 2013

"Fiel a la Iglesia católica, pese a todo: pese a mis tentaciones y pecados, pese a los de la propia Iglesia (XIII)"


Ah por cierto, que se me olvidaba: cuando hago referencia a la fidelidad al Magisterio, Ana Rodrigo, suele ser para manifestar mi estupor ante el para mí muy obvio hecho (esa constatación la hago a través de varios cauces) de que lo más probable es que en España solamente un puñado de miles de católicos, o de varios centenares de miles, manifiestan con hechos, con obras, con confesiones escritas, que desean ser fieles a ese Magisterio.
Naturalmente, no pretendo juzgar a nadie, pero yo creo que hasta muchos que presumen de ser muy de derechas, conservadores y ortodoxamente católicos, no son tan fieles a ese Magisterio como suelen dar a entender.
Para mí estos son los hechos o datos evidentes. Sobre los que alguien como Javier Renobales ha expresado en Atrio: “Los católicos en su inmensa mayoría pasan de la doctrina moral del Magisterio. Y hacen bien, porque esta doctrina es retrógrada, absurda, inhumana”. Mientras que yo, que no soy de esa opinión, lo que me planteo es “¿cómo es posible?”, “¿para qué lo es?”, “¿qué sentido tiene que sea así?”, “¿tiene que ser así?”
Los obispos católicos deben ser conscientes de que solamente un puñado de miles de familias católicas en España son realmente fieles a la exigente doctrina moral de la Iglesia sobre la familia y la fertilidad. Ahí están los hechos, a la vista de todos. Hechos que a mí me dejan anonadado. Y lo expreso. Con el resultado de que hay personas que se quejan, se molestan y, o me acusan (”fanático, fundamentalista, cátaro ” y todo lo demás), o hasta, algunos, ya lo han hecho hasta en mi cara: espetarme que soy todo eso malo…
Pero yo insisto: ahí están los hechos, que valen más que mil palabras. Los hechos cantan, no pueden negarse. De modo que más que pretender adoctrinar en Atrio -no soy tan ingenuo como para pretender eso-, encuentro que es un buen espacio de libertad para expresar perplejidades


Quinda: el cierre a mi reflexión lo pone Peter Gabriel. Con respecto a Genesis, la banda que impulsó en el último tercio de la década de los sesenta del pasado siglo XX, con un puñado de músicos que eran aún estudiantes adolescentes de Bachillerato, creo que es la banda que andaba buscando para colocar en el quinto puesto de las grandes bandas de rock de todos los tiempos, detrás de The Beatles, Pink Floyd, The Rolling Stones y Led Zepelin (las enumero según mis gustos particulares). Nótese que la coloco por delante de Yes, Supertramp, King Crinson, Emerson, Lake & Palmer o los mismísimos U2, bandas que me encantan.






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