domingo, 12 de mayo de 2013

"Cotidianeidad frente a la crisis (IX)"


26/11/2010





La resistencia frente a todo malVale, Zapatero es nefasto y más nefasta aún, su ministra de Sanidad Leire Pajín -espero que por esto último no me califiquen de machista-. Pero la crisis económica que sufrimos -más los que estamos vivos en este sufrido mundo que los que aún no han nacido-, no es solo culpa del mal gobierno de Zapatero; la crisis está por todas partes, es de alcance mundial. 


Así que quitar a Zapatero para poner a Rajoy, ¿es esto lo que se pretende desde Hazte Oír y otras plataformas similares? ¿Por qué no creer en la utopía de otro mundo mejor posible en la que, si no tiene cabida la política de Zapatero, mucho menos cabida tendrá la política de Rajoy, mucho más descaradamente neoliberal, socialmente más injusta, clasista, no igualitaria? Claro que en esa utopía de otro mundo mejor posible no habría más remedio, "constitucional y democrático remedio", que convivir con los que no piensan igual, ni sienten igual, ni creen igual, ni follan igual -con perdón por la expresión vulgar-.

Los que no piensan ni creen ni sienten ni aman ni gozan ni sufren igual que los católicos pueden estar muy equivocados y merecer la condenación eterna -por favor, entiéndaseme, es para "ponernos drásticos esta referencia mía a la condena, que yo no deseo para casi nadie, de existir; tengo mis dudas por lo que se refiere a bestias como Hitler, Stalin, Samuel Kunz, entre otros-, pero la grandeza y la miseria de las sociedades democráticas y laicas es que esas personas deben tener cabida, les asiste todo el derecho del mundo a tener cabida. Aunque a los católicos les duela.


Postdata:

Además de que, estimado Teófilo, muy a menudo los católicos no damos un buen testimonio de nuestra fe (empezando por el mío, que es claramente mejorable, aunque al menos yo no soy un enchufado eclesial sino más bien un puteado eclesial), y desde luego...

Lo que ya hemos hablado muchas veces tú y yo: mira el modus vivendi espiritual, militante cristiano de la mayoría de los seglares que viven en lo profesional gracias a la Iglesia católica (y tú y yo inmisericordemente puteados por la institución eclesial, Teófilo)... ¿A que jode? ¡Y tanto! Porque es que se cuentan con los dedos de la mano y sobran dedos los ejemplos de todos aquellos y aquellas seglares que, en función de sus hechos, de sus obras, de su compromiso cristiano militante (Salvatierra, no nos es lícito juzgar conciencias e intenciones, territorio sagrado que ni descalzos debiéramos pisar...) son fieles al Evangelio y al Magisterio... Y ahí siguen, con el beneplácito de los obispos, curas y aun seglares que los mantienen en esos puestos y con esas sus nóminas, en tanto tú y yo, que apostamos fuerte en su momento y que, pecadores y frágiles como somos, al menos nunca hemos llevado la contraria al Magisterio en nuestra actuación pública, en nuestros escritos y en nuestra militancia toda, a morirnos de asco, Teófilo Salvatierra, a morirnos de asco completamente ignorados, ninguneados y despreciados por el aparato eclesial.

Pero en fin, bendito Félix Mendelssohn: escucho ahora su El sueño de una noche de verano, en Radio Clásica de RNE. Tal vez Mendelsshn no sea un genio musical tan celebrado como Bach (padre), Mozart o Beethoven, pero desde luego fue un genio musical indiscutible. Y otro consuelo: estos días me ha dado por meditar en la vida de la militante indigenista guatemalteca Rigoberta Menchú (1959), Premio Nobel de la Paz en 1992. Durante el horror de la dictadura de Ríos Mont perdió a sus padres y a un hermano en la represión desatada contra las poblaciones campesinas, en lo que constituyó un despiadado genocidio contra los pobres del que algún día tendrá que dar cuentas ante la justicia humana y sobre todo ante la Justicia divina, el sectario religioso Ríos Mont.  

Luis Henríquez. 12 de mayo, 2013.


  


4 comentarios:

CHARO dijo...

Hoy día con la cantidad de ideologías tanto religiosas cómo políticas con las que tenemos que convivir lo más sensato para una buena convivencia es respetarnos todos y que cada cual se quede con su idea sin ofender a los que no piensan igual,también es verdad que en ocasiones los católicos tenemos que sufrir el desprecio o las burlas de los que no creyentes o sea que no nos respetan ........es verdad que los católicos no somos ejemplo de nada y que tendríamos que cambiar pero seguirían las burlas, y lo digo porque las he tenido que "aguantar" en diferentes ocasiones.Vivo al lado del ayuntamiento de mi pueblo y allí entre las banderas que tienen colgadas, desde hace tiempo luce también la del orgullo gay......no puedo explicarme cómo una bandera así tiene que estar al lado de la española, la europea, la riojana y la propia del pueblo (por banderas que no quede)pero respeto este hecho por la buena convivencia cómo respeto al que no cree o a las demás religiones ¿Por qué entonces esas burlas de esas personas a las que yo respeto?......Sobre la casta política mejor me callo porque es un punto que me enarbola viendo los incompetentes que tenemos.Saludos

ayporquenosoycomodonquijote dijo...

Paso por mi blog ahora pero he de salir...

Agradeciendo siempre tus visitas, Charo, a la noche me paso un buen rato por tu blog: nobleza obliga, o debe obligar.

No estoy de acuerdo con las movidas de los colectivos LGTB; por no estar de acuerdo con tales movidas, sé que me acusarán de conservador, derechista, católico meapilas, intolerante. Me da igual. Pero esto sí tengo también claro: en una sociedad democrática, laica, plural, los católicos deben respetar a las personas homosexuales que libremente desean vivir su amor en pareja. Allá cada hijo de vecino con sus rumias, allá cada hija de vecino con sus historias...

El problema, como ya empiezo a estar cansado de denunciar en mis escritos, es la Iglesia católica. Es decir, la permanente infidelidad de esta a su razón de ser. O lo que es lo mismo: la radical secularización interna que sufre. O dicho de una tercera manera: la abundancia de burócratas entre sus filas, la escasez de militantes.

Buen domingo.

ayporquenosoycomodonquijote dijo...

Ustedes los eclesiásticos católicos que han pasado de mí, inmisericordemente, y que empero mantienen la Iglesia católica atestada de trepas, burócratas, figurones, mundanizantes, mediocres, arribistas, antinatalistas y meros enchufados (lo que el bueno del papa Francisco, con más delicadeza y autoridad que yo llama, literalmente, "cristianos tibios, cristianos satélite, cristianos arribistas y trepas que buscan su propio beneficio gracias a la Iglesia")...

Yo al menos doy la cara en mi blog...

Unknown dijo...

Como seres humanos la pluralidad enriquece y nos da la oportunidad de vivir el respeto y la tolerancia entre otros valores que debían ser practicados por todos independientemente de creencias, ideologías, cultura o formas de vida. El problema comienza cuando se le cabida al egoísmo,la avaricia, la envidia a las ansias de poder y toda case de sentimientos mezquinos que buscan el interés personal muchas veces a cualquier precio, olvidando la propia naturaleza humana como ser social.