miércoles, 18 de junio de 2014

"Los tentáculos del llamado lobby gay "

Perfumederosas:


Se prefiere la palabra checa, escrita con “ce” y no con “ka”. Pero está bien el comentario.

Como no podía ser menos, Richard Cohen no es un hombre perfecto, es pecador, como todos, más o menos, pero se nota un hombre “transformado” por la verdad de Cristo. O al menos a mí me lo parece. Y no me parece en modo alguno “transformado por Cristo” el tal Javier Checa. Incluso tratando de ser respetuoso con la persona de Javier Checa, luego de haberlo escuchado “debatir” con Ricard Cohen, no puedo sino experimentar una tremenda rabia interior, mezclada con impotencia. La impotencia de ver cómo se han ido haciendo los “amos”, los activistas gays, de buena parte de la cultura oficialista, de buena parte de los medios de comunicación, y hasta de amplios sectores de la Iglesia, que los toleran… Y todo ello sin verdaderos diálogos desde la verdad, desde la ciencia, nada, todo a base de chantajes, mentiras, campañas de intoxicación, de presión mediática, o de escandalosos desfiles gays…
Recuerdo a este respecto un “encontronazo” que tuve, hace algunos años, con un cura canario prohomosexual total llamado Paco Bello, el “Don Gallo” canario, hasta por sintonías izquierdistas, extremista de izquierdas, independista, y completamente aliado de las reivindicaciones de los colectivos homosexuales, hasta el extremo de mantener la bandera del orgullo gay izada en la torre de su iglesia, y el obispo de la Diócesis, me figuro que enterado de todo ello, pues mirando para otro lado, me figuro, o no haciendo nada sabe Dios por qué.idem supra
No llegó a discusión, el conato, el amago, porque desde que empecé a decirle al mismísimo Paco Bello (Dios le haya perdonado sus traiciones a la doctrina de la Iglesia: hace cuatro años que falleció, como fulminado por un rayo, a los 55 años de edad o así) que no tenía ningún derecho a corromper la doctrina como lo estaba haciendo, el cura chachi que era para todos Paco Bello, independentista canario y esto y lo otro, acudiendo al criterio de autoridad de que él era el cura y yo un simple laico, no supo sino decirme un “Cállate la boca, no seas reaccionario”.
Acojonante: yo que me consideraba y considero más de izquierdas que este curita que en paz descanse, solo que no de izquierda progre como él, me tenía que callar. Mis razones eran las de la Iglesia, la doctrina de siempre sobre la homosexualidad, y las suyas eran las que le salían de sus cojones, perdón por la vulgaridad, solo que llegado el caso, el tan chachi, suave y dialogante enrollado curita progre, echó mano de las pistolas de su autoritarismo pontificador “y te callas, no seas reaccionario”. Y como que así se fa escribiendo la historia.
Qué bonito. Y es que a algunos superprogres cuando les interesa pontificar, pontifican más que el Papa. Y son autoritarios: frente a sus chorradas justificadoras de la homosexualidad con bandera del arco iris ondeando en la torre de la iglesia permanentemente y celebraciones eucarísticas “enrollas y comunitarias” que eran una exaltación de la inclusión homosexual, de nada valieron mis intentos de presentarle la autoridad de la Revelación, la Tradición, el Magisterio.
Pero este cura ya no está en este mundo. En este mundo estamos nosotros, y Javier Checa, responsable de Turismo Homosexual de Colegas, ¡vaya trabajo!
En fin. Como solía decir Guillermo Rovirosa: “La Cruz no es un lugar hecho para estar cómodos”.


2 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

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