domingo, 24 de julio de 2016

"Perplejidades (isla radiofónica de San Borondón)"

Algunos de los opinólogos de Radio San Borondón (también su director y locutor principal, el señor César Placeres, excatedrático universitario) motejan así al político catalán -que no catalanista- Albert Rivera: "Albert el Falangito".

Lo hacen para despreciar al joven político catalán, por cuyo partido, todo sea dicho, nunca he votado, ni falta que me hace; empero, los ciudadanos que decidan votar por tal formación política me merecen, en principio, el máximo de los respetos, pues no en balde lo que tenemos se denomina democracia representativa, parlamentaria, liberal o burguesa, de todas estas maneras. Lo hacen porque el partido que preside Albert Rivera, según el juicio de los opinólogos de Radio San Borondón, es la marca blanca del Partido Popular, y ellos y ellas, que deben seguir siendo marxistas más o menos leninistas, consideran que el Partido Popular es un partido franquista, continuador del "oprobioso franquismo que sumió a España en 40 años de oscuridad, atraso, represión, dictadura, crímenes, hipocresía..."Image result for radio san borondon
 
Odian a Francisco Franco de tal manera que incurren una y mil veces en esto de que nos hace advertencia el Evangelio: "Hipócritas capaces de cerrar el paso a un mosquito y empero dejar pasar a un camello". Francisco Franco, caudillo y dictador -o al menos militar autoritario-, nunca ha despertado en mí especiales o singulares simpatías, pero reconozco que Franco quiso ser un gobernante católico, cosa que ni Lenin ni Stalin ni Mao ni Chauchesco ni Pol Pot ni ninguna de las bestias genocidas del marxismo quisieron ser, ni en sueños (reparemos por un momento en el brutal comunismo ateo que se implantó en Albania); que llegara a ser un buen o un mal católico no es particular de mi incumbencia, solo que al final de su régimen, como bien se sabe y salvo el oasis de algunos pocos obispos (monseñor Guerra Campos, por ejemplo) y los sectores eclesiales más conservadores, la Iglesia salida del Concilio Vaticano II, con su apuesta por los regímenes democráticos, la libertad religiosa y de conciencia, etcétera, dio la espalda a Francisco Franco, ante la tristeza y la perplejidad de este, que no terminaba de entender por qué "le pagaban a él con tal moneda", precisamente a él que tanto bien creía haber hecho a la Iglesia sanguinariamente perseguida por los rojos. Comoquiera que sea y sin poder entrar para esta reflexión en mayores detalles, la Iglesia católica en España le debe mucho: de no haber sido por su Golpe de Estado o Alzamiento, el muy democrático Frente Popular que tanto defienden los de Radio San Borondón habría hecho añicos la Iglesia en España a base de matar a todos sus ministros ordenados y a cuantos más seglares católicos hubiese podido. Sin embargo, Albert Rivera no es católico, se considera agnóstico, o puede que ateo. Es joven (16/11/1979), tiene una hija, y es separado, o puede que divorciado (esa ruptura arranca del 2013), y ahora convive desde el 2015 con otra mujer joven. Además de su activismo político, es afiliado del sindicato UGT. Su partido político Ciudadanos, sea o no sea la marca blanca del Partido Popular, es un partido bastante laicista (presten atención a esta palabra). Es casi tan laicista como el PSOE, ciertamente menos laicista que Podemos, que Izquierda Unida, que Unidos Podemos; obviamente, menos laicista que las organizaciones políticas situadas a la izquierda del PSOE, las cuales son las preferidas por los militantes, simpatizantes y opinólogos de Radio San Borondón.Image result for radio san borondon
 
Entonces, siendo Albert Rivera un joven político catalán de mentalidad laicista, ¿qué sentido  o intencionalidad tiene que lo llamen el Falangito? ¿Es que acaso la Falange española de José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo fue más violenta que el Frente Popular que, en tiempos de la II República en España, estuvo compuesto por una mayoría de comunistas prosoviéticos -que obedecían sin rechistar las órdenes procedentes de J. Stalin, como bien se sabe, uno de los más conspicuos demócratas del siglo XX-, anarquistas y socialistas marxistas bajo el liderazgo de Largo Caballero, no en balde llamado el Lenin español...? Nunca he sido falangista, considero que la Falange española también desplegó violencia contra las izquierdas, en unos muy turbulentos años de nuestra reciente historia en que la violencia y hasta el pistolerismo campaban por las calles a sus anchas con total impunidad, pero no acabo de comprender cómo para los opinólogos de Radio San Borondón es peor ser falangista que ser comunista, toda vez que el marxismo-comunismo ha sido con diferencia la ideología más criminal y genocida del siglo XX.Image result for radio san borondon
 
Albert Rivera el Falangito es el líder del partido Ciudadanos, al parecer marca blanca del Partido Popular, que es el partido de la derechona y del franquismo. ¿El Partido Popular el partido del franquismo? Una dirigente del PP como la madrileña Cristina Cifuentes, ¿continuadora o heredera del franquismo? Cristiana Cifuentes es feminista, laicista, proabortista, partidaria de la ideología de género, partidaria de la homosexualidad, ¿cómo así entonces va a ser partidaria-continuadora del franquismo?
 
No termino de entender, ¿o será que los opinólogos de Radio San Borondón siguen siendo tan ortodoxamente marxistas que están dispuestos a silenciar los 2.000.000 (en números redondos) de víctimas o muertos que ocasionó no Stalin sino el mismísimo Lenin, en tanto siguen radiando la propaganda de que el general y dictador Francisco Franco asesinó 1.000.000 de inocentes?Image result for radio san borondon
 
Nunca he sido franquista, ni falangista, pero acaso por no haber sido tampoco comunista es por lo que me cueste entender cómo es peor ser falangista -no siéndolo: Albert Rivera no es falangista- que ser más o menos simpatizante del marxismo-comunismo, la ideología más genocida y criminal del siglo XX. La ideología de los hermanos Castro en Cuba, por ejemplo, absolutamente culpable de haber empobrecido la perla del Caribe hasta lo indecible; por contra, según la mayoría de los datos objetivos de que se dispone, Francisco Franco dejó un país notablemente saneado, próspero, con derechos laborales incluso, bastante reconciliado aun estando bajo una dictadura (en comparación con la de Stalin y con la práctica totalidad de las dictaduras comunistas, la de Francisco Franco debió ser una dictablanda, aun admitiendo sus crímenes, injusticias, abusos, excesos, represión de libertades...). Un país que, en comparación con la Cuba castrista actual, parecería hasta más avanzado: desde luego, en el último decenio de la España franquista, hace por tanto entre 40 y 50 años, no se veían las casas cayéndose a cachos que se ven actualmente en Cuba, viviendas desconchadas, ni se veían coches, carros y carruajes tirados por famélicos caballos como por miles de unidades se ven día a día en Cuba. ¿El bloqueo de EUA a Cuba? Ya, el tópico recurrido, mas ¿España no fue también sometida por Europa a un bloqueo, a una política de aislamiento, que el Gobierno de la dictadura de Franco empero supo sortear con oportunos acuerdos comerciales bilaterales con la Argentina peronista, que proporcionó durante varias décadas cereales y carne enlatada principalmente, las famosas latas de carne argentina que yo mismo alcancé a conocer?  
 
La dictadura marxista de los hermanos Castro en Cuba ha desmantelado la economía del país, habiendo convertido este en una isla-cárcel. Mas para los opinólogos de Radio San Borondón lo peor de lo peor es ser falangista o de la derechona que es el Partido Popular, continuador-heredero del franquismo, a pesar de Cristina Cifuentes, me figuro, a pesar de algunos políticos populistas que son abiertamente homosexuales y laicistas, o a pesar del mismísimo Mariano Rajoy, quien es tan "franquista" que nunca habla de nada que tenga que ver con esa ideología, con ese período de nuestra historia; Rajoy se centra en la economía, juega a ser tecnócrata, mejor o peor, repudia el franquismo más bien -en toda ocasión lo que ensaya es el desmarcarse de su sombra y su memoria- y le gusta el ciclismo, bien se sabe, y también juega a ocultar su posibke pertenencia a la masonería (dicen).
 
¿Masón un continuador-heredero del franquismo? No termino de entender, ¿o será que a los opinólogos de Radio San Borondón los ciega su sectarismo marxista?
 
Cristina Cifuentes del Partido Popular -partido por el que nunca he votado ni falta que me hace, con todo respeto, en principio, por los que votan por el PP- y Albert Rivera de Ciudadanos, son tan laicistas que aceptan la ley del aborto -aunque no el aborto libre y gratuito de Podemos y resto de organizaciones políticas a la izquierda del PSOE, que son las predilectas de los opinólogos de Radio San Borondón-, el divorcio, la homosexualidad, la ideología de género, la anticoncepción, tal vez una ley para la eutanasia... Son laicistas anticristianos radicales, entonces ¿cómo es que son también falangista el uno y continuadora-heredera del franquismo la otra?
 
Sigo sin entender, ¿o será que los opinólogos de Radio San Borondón en verdad son frentepopulistas que jamás pedirán perdón por la quema de conventos y el asesinato de miles de sacerdotes, religiosos, monjas, obispos y seglares católicos que aconteció en España en los años 30 del pasado siglo XX? Según estudiosos de esa persecución religiosa como el valenciano Vicente Cárcel Ortí (este sacerdote tiene 3 doctorados), solo en algunos episodios de persecución contra la Iglesia habidos en los primeros siglos del cristianismo bajo el Imperio Romano en descomposición, es posible encontrar algo "parangonable" con un odium fidei tan visceral, tan radical, tan endemoniado como el que conoció España en menos de una década. Empero, nunca he escuchado a nadie desde la emisora radiofónica Radio San Borondón -y calculo que habré dedicado o invertido varios miles de horas a la escucha de sus programas- lamentar todo esto sucedido, pedir perdón, reconocer errores y culpas. Nada. Por no reconocer, no reconocen ni el cainismo de la izquierda, que parece estar en el ADN de todo izquierdista que se precie: ¿Quién asesinó a Andreu Nin, el líder del POUM, Partido Obrero de Unificación Marxista? ¿No está perfectamente documentado, en los mismísimos registros soviéticos, que los secuaces de Stalin ejecutaron a cerca de 700.000 personas entre 1937 y 1938, la mayoría de los ejecutados eran izquierdistas, en lo que constituye sin duda el mayor asesinato o exterminio de masas en la historia de la humanidad en tiempos de paz? ¿No es innegable que en el llamado Frente Popular no abundaron precisamente los comportamientos democráticos y respetuosos de la legalidad republicana establecida?
 
¿Por qué? ¿Por qué sigue teniendo que haber espacio en un sitio como Radio San Borondón para motejar a Albert Rivera de falangista (Albert Rivera el Falangito), y al Partido Popular de Cristina Cifuentes, Maroto y Rajoy de continuador-heredero del franquismo, en tanto se siguen justificando las tiranías marxistas-comunistas, y se sigue radiando el odio a Cristo y a su Iglesia, el materialismo dialéctico, el feminismo radical, la ideología de género, el laicismo más acentuado, la demolición de la familia tradicional, la lucha de clases, la concepción materialista del hombre y de la historia, que es por cierto el aspecto esencial del marxismo...?

Frente a todo esto, la Falange de la que al parecer procediera Albert Rivera el Falangito, aunque también se dio al ejercicio de la violencia de los puños y las pistolas contra los sectores más radicales de la izquierda en aquella España convulsa de finales de la II República y todo el trienio de la Guerra Civil, y es muy probable que estuviera interesada en derrocar la república mediante un proceso revolucionario de corte más o menos fascista a la española -no a la italiana ni mucho menos a la manera nazi alemana-, al menos no tenía en su ideario esa concepción materialista del hombre y de la historia que constituye la esencia del marxismo, acaso lo más genuino de esta doctrina. Concepción materialista del hombre y de la historia que, a mi juicio, es la que se empeñan en defender desde las ondas de Radio San Borondón, frente a la concepción cristiana del hombre y de la historia, a la que sí fue más sensible la Falange -organización a la que nunca he pertenecido- y por cierto el personalismo comunitario, corriente filosófica encabezada por Emmanuel Mounier con la que sí me siento plenamente en comunión. 
 
Y aun una última consideración: algunos militantes sociales canarios que se dicen católicos, ¿por qué cuando son entrevistados en una emisora como Radio San Borondón nunca se manifiestan contra el aborto, contra las inicuas leyes que dan amparo a la homosexualidad, contra el laicismo y el sectarismo anticristianos tan presente en la sociedad actual, contra el odio a Cristo y a la Iglesia que es fomentado desde no pocos sitios laicistas e izquierdistas? Desde luego, despiertan en mí esta sospecha: si se presentaran en verdad como católicos, defensores de toda la doctrina católica, ¿igual desde Radio San Borondón, siempre tan abducida por el marxismo y sus movidas epigonales, no los iban a llamar más? 
 
Quien me confiese ante los hombres, será confesado por mí ante el Padre...


Una posible conclusión para todo esto


No ignoro que hay fieles católicos comúnmente calificados de tradicionalistas que, conculcadores del Concilio Vaticano II, no aceptan la libertad religiosa, la libertad de conciencia, el diálogo ecuménico y, por ende, tampoco la democracia liberal o burguesa, representativa o parlamentaria, con todo lo que comporta este tipo de democracia de pluralismo político partidista. Este sector de católicos abogaría en todo caso por una alianza entre el trono y el altar, esto es, por Estados confesionales católicos.

Esta breve reflexión no es el lugar adecuado para dilucidar si en efecto la libertad de conciencia y la libertad religiosa propuestas en algunos documentos del Concilio Vaticano II  es rupturista con la tradición doctrinal previa al Vaticano II precisamente en esos aspectos de la libertad religiosa y de conciencia reconocidas como derechos humanos. Con todo o sea como fuere, yo escucho Radio San Borondón porque creo ser plenamente consciente de que vivo en una sociedad democrática que garantiza un tipo de libertades civiles: libertad de conciencia, de pensamiento, de ideología, de credo religioso, de increencia incluso. Al escucharla, no me parece estar cometiendo ningún pecado por suponer que, siendo una emisora radiofónica tan escorada-identificada con postulados de la izquierda, en verdad estoy siendo un mal hijo de la Iglesia.

El asunto se las trae, lo reconozco. Solo que insisto: cuando desde las ondas de Radio San Borondón critican las corruptelas politiqueras (que si el llamado Mamotreto que si las connivencias del Partido Popular y de Coalición Canaria con turbios intereses empresariales...), lo mismo que cuando radian las músicas de Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Rojo Cancionero, Braulio, Rafael Amor, Pedro Guerra, Alberto Cortés, Los Sabandeños, Los Gofiones, Serenata Guayanesa, Mestisay, Taburiente, folklore canario y un largo etcétera de intérpretes de la llamada canción de autor y de la llamada música comprometida que me perdonarán no haberlos citado, y también cuando defienden la economía social, el cuidado del medio ambiente, la necesidad de vertebrar las economías alternativas en Canarias y la siempre necesaria exigencia de la justicia social en Canarias, España, Europa y el mundo entero, en todas estas oportunidades logran despertar mi interés, mi aplauso y aun mi capacidad de gozo estético. Y en tales oportunidades, más bien lo que experimento es que la libertad directamente asociada a los regímenes de democracia liberal o burguesa es mejor que la falta de libertad característica de los regímenes dictatoriales, también de los que intentan la alianza entre el trono y el altar. De modo que así convencido de que no hago ningún mal -ni personal no social- por ejercer mi derecho a ser libre, hasta me siento en disposición de confesar para mis adentros esto que sigue: si tuviese que poner en una balanza los pros y los contras, las verdades y las mentiras, los análisis acertados y los errados, lo bueno y lo malo, el trigo y la cizaña, el pecado y la virtud, el ying y el yang  propios de todo lo que alcanzo a escuchar en una emisora como Radio San Borondón, igual pesaría más lo negativo que lo positivo. Solo que esta misma percepción tengo al escuchar cualquier otra emisora de radio; EsRadio por ejemplo, la emisora dirigida por Federico Jiménez Losantos, la cual está en las antípodas ideológicas de Radio San Borondón.

Con el inevitable resultado que deviene de todo esto: ¿Quién tiene la verdad absoluta? O dicho con este ejemplo: en algunas bitácoras católicas tradicionalistas he alcanzado a leer encendidas críticas a la personalidad y el pontificado del ya beato papa Pablo VI, a quien acusan de ser uno de los grandes demoledores de la Iglesia postconciliar: Pablo VI, aunque advirtiera del peligro que se cernía sobre la Iglesia con sus proféticas palabras en una famosa alocución del año 1972 (aquellas de "el humo de Satanás ha penetrado en la Iglesia"), empero tendría máxima responsabilidad en la debacle actual de la Iglesia, pues abrió las puertas de esta al mundo y ella la Iglesia acabó constipándose a base de mundanizarse a tope. Y no digamos cuando se le echa en cara su desafección no disimulada hacia el régimen de Francisco Franco...y hasta cuando algunos lo acusan de haber sido gay no salido del armario pero sí de las dependencias del Vaticano en compañía de un actor de no primera fila que fue su amante y...

En definitiva, ¿qué tendría que hacer un católico seglar normal y corriente, que ni siquiera es historiador, ni teólogo de carrera, para alcanzar la certeza de que el papa Pablo VI fue desastroso? ¿Alguien puede llegar a la total certeza de que en efecto fue desastroso? ¿Se puede llegar a la total certeza de que el Novus Ordo por él promulgado a la luz de la reforma litúrgica del Vaticano II es absolutamente responsable del clima de desafección eclesial y apostasía que se vive en la Iglesia? ¿Se puede afirmar con total certeza que con la vuelta al Vetus Ordo Missae la Iglesia se va a recuperar definitivamente de todos sus males y va a empezar a gozar de una salud de hierro?

En efecto, como ya están aprehendiendo algunos lectores, las perplejidades anteriores y otras por el estilo son las que me llevan a tener ciertamente mis emisoras de radio preferidas, solo que también me llevan a escuchar una como Radio San Borondón, con cuya línea editorial y con no pocos de cuyos contenidos y doctrinas no estoy de acuerdo y aun nada de acuerdo, hasta el extremo de que a menudo estoy mucho más de acuerdo con los análisis de la realidad ensayados por una bitácora como Alertadigital -desde los sitios en Internet de izquierdas, se acusa a esta última de ser "filofalangista"- que los propuestos sistemáticamente por Radio San Borondón. Y lo que importe acaso más que la acción concreta de escuchar una emisora de radio u otra: para un católico, ¿es más evangélico un régimen de democracia burguesa, formal, representativa, parlamentaria, o un régimen no democrático, de democracia orgánica, por ejemplo, como fue el régimen del general y dictador Francisco Franco?

Quién puede conocer este particular con total certeza -volvemos a preguntarnos en voz alta-, toda vez que, en efecto, la democracia liberal o burguesa más temprano que tarde comenzará a legislar contra la doctrina católica, contra el mismísimo Reinado de Cristo, y empero, un régimen confesional católico (alianza entre el trono y el altar) descontentará a muchos ciudadanos que no se identifican con la Iglesia... Como si fuera lo de la pescadilla que se muerde la cola.  
 
 
24 de julio, 2016.   Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, escritor, bloguero, educador, militante social.    
 

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