lunes, 14 de mayo de 2018

"¿El oficio de discrepar por principio?"

 
 

Vengo de escuchar en CNN+ la entrevista del periodista Calleja, que es de la casa, a Juan José Tamayo y Jesús Bastante. Tengo frescas muchas de las cosas que ambos dijeron ahí, como en un guion preestablecido. Y no las voy a repetir aquí y ahora, pues no hace falta repetirlas puesto que ya cabe perfectamente conjeturar cuáles pudieron ser muchas de las declaraciones de ambos personajes, adalides que son de la progresía eclesial.

 
 
Pero sí diré que en algún lugar de su obra literaria, que envejece bien, como los buenos vinos, el sacerdote y escritor ya fallecido José Luis Martín Descalzo recomienda que, cuando uno vaya a hacer una crítica a alguna persona, se respire profundo y, por cada crítica negativa que se vierta sobre esa persona, se profiera de la misma manera y por la misma boquita varias alabanzas hacia la persona criticada. Resultado de imagen de nietzsche frases
 
 
 
Con respecto al papa y a la inmensa mayoría de los obispos, me temo que Jesús Bastante y Juan José Tamayo no aplican de ninguna manera el sabio consejo de José Luis Martín Descalzo. Y es una pena, porque ciertamente todos los católicos somos falibles, pecadores, necesitados de permanente conversión -y yo que estas líneas escribo, el primero, parafraseando cierto diálogo de cierto personaje del gran Dosvstoieski-, solo que otra cosita muy distinta es andar un día sí y otra también criticando, zahiriendo, insultando al papa y a los obispos en comunión con este, menospreciando a los que queremos ser fieles al Magisterio a base de acusarnos de conservadores y reaccionarios... Vamos, un pequeño suplicio.Resultado de imagen de nietzsche frases

 
 
Nadie con dedos de frente niega que los papas y obispos son pecadores (en dos mil años de historia de la Iglesia, los ha habido protagonizadores de toda clase de pecados y perversidades), pero insisto, la persistente crítica en apariencia siempre destructiva hacia todo lo que procede del Magisterio -la intención, al proceder así, de personalidades ya muy mediáticas como Jesús Bastante y Juan José Tamayo, ni la puedo saber ni la debo juzgar-, ¿qué esconde realmente? Si aman tanto a la Iglesia como ellos dicen y es por ello por lo que son tan críticos con la institución -a menudo bajo la apariencia de criticones, todo sea dicho-, ¿dónde están los abundantes frutos de ese amor profesado a la Esposa de Cristo?

 
 
Repito: los obispos son todos, sin excepción alguna, pecadores, y algunos o incluso no pocos, muy pecadores; sin embargo, en esta hora de tribulación en vez de velar y orar por la sanación de esas tremendas heridas producidas en el Cuerpo (Místico, no se olvide) de la Iglesia, no señor, más carnaza contra el papa, a ver si de tanto lanzar dardos envenenados contra él...

 
 
Por lo demás, está completamente demostrado que aunque no puede justificarse en modo alguno el daño causado a esos niños por causa de los abusos sexuales, otros colectivos humanos que nada tienen que ver en principio con la realidad de la Iglesia católica, e incluso otras denominaciones cristianas (la iglesia baptista en Norteamérica, por ejemplo), presentan índices, niveles o números mucho más elevados de casos de abusos sexuales a menores. Incluidos los grupos de homosexuales, colectivo que presenta, si no me fallan mis datos, los niveles más altos de casos de pederastia. Por tanto, si tanto preocupan a personalidades como Tamayo & cía la pedofilia y la pederastia, ¿por qué solo critican los casos imputados a sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica? (25/03/10 9:38 pm)
 
 
 
12 de junio, 2018. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social. 

 
 
 
 

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