Comentario de LUIS ALBERTO HENRÍQUEZ LORENZO

Juan José Tamayo Acosta y otros tantos de trayectoria similar, sin duda pueden haber hecho bastante bien a la concepción-gestación de una Iglesia "samaritana", comprometida, socialmente avanzada y solidaria, etcétera. Sin embargo, son declaraciones como esa publicada en el rotativo gallego las que desde luego amíme siguen descolocando, puesto que por ningún lado destilan amor a la que es la Esposa de Cristo, pese a todas sus arrugas y miserias la Esposa de Cristo; más bien supuran odio, resentimiento, rabia...
Y DIOS mío, resulta que muchos y muchas de esos progres se han significado en sus largas trayectorias vitales (como que algunos graciosamente los llaman "progresaurios", qué risa) como profesores universitarios (con carreras costeadas, por cierto, por la Iglesia empero difamada), como escritores de prestigiosas revistas católicas...
Creo en la libertad de expresión también en el seno de la Iglesia católica; incluso creo que en conciencia un simple fiel católica puede plantear algunas dudas o dificultades de comprensión o de asimilación-vivencia con respecto a verdades de fe... Ahora bien, lo que me sigue costando mucho más entender es la permanente actitud de crispación, de crítica como enrabietada y resentida y la como sistemática intención de decir siemprejusto lo contrario a lo que afirman el Papa y los obispos en comunión con el Papa. Confieso que ahora mismo a mí hay algunos aspectos doctrinales católicos que me resultan un poco más complicadso comprender y aceptar en mi vida, pero por lo demás no he perdido la certeza de que si en algún momento de mi vida (pues todo puede ocurrir en este mundo o casi todo) yo creyese aprehender que es que no creo en casi nada de lo que la doctrina católica me pideo exhorta a creer, entonces yo empezaría a dudar sobre si en verdad sigo siendo católico, en vez de publicar escritos en que manifieste que los obispos son "cristofóbicos" (sic), sobre todo si una comisión de esos mismos obispos me ha comunicado que mis ideas cristológicas son deficientes. Es decir, que puede que un servidor siga siendo muy poco competente en lo teológico, pero, modestia aparte, muy soberbio lo que se dice muy soberbio creo humildemente que no soy.
Vamos, que ateos o siquiera agnósticos como el historiador y escritor Pío Moa se muestran mucho más respetuosos con la Iglesia en la que no creen que muchos de los hijos progres y rebeldes de la Iglesia. Y esto puede que esté bien, no digo que no, pero es que me resulta muy difícil de aceptar,la verdad.

 

 

 

 

 

 

INFOCATÓLICA
LUIS ALBERTO HENRIQUEZ LORENZO