Todavía me estoy preguntando cómo es posible que lo que en el programa El
gato al agua de Intereconomía llaman el gatómetro anoche arrojara
los siguientes datos a la pregunta “¿Está usted de acuerdo con las acampadas y
movilizaciones de los jóvenes y no tan jóvenes por toda España a través de
Democracia realya?” Un 82′4% responde que no; un 17,6% responde
que sí.
¿Cómo es posible? ¿Por qué esa mayoría manifiesta que no está de acuerdo con
unas movilizaciones ciudadanas que, a buen seguro, una mayoría de ciudadanos
españoles sí contemplamos con esperanza, porque las juzgamos como un grito
cívivo necesario y que ya no podía esperar más ante la gravedad de la crisis
económica que padecemos, ante el paro que afecta en España a 5.000.000 de
personas, ante el deterioro de la democracia en España, ante la insensatez de la
casta política… ? ¿Es que acaso creerán, como ya está sugiriendo el señor
Federico Jiménez Losantos, que esas manifestaciones son algo así como una suerte
de extraña estrategia de Rubalcaba para sembrar confusión y tensión en los días
de campaña electoral y así perjudicar al PP y a otros partidos minoritarios de
derechas? Desde luego, por muy buen analista y comentarista de la actualidad que
digan que es, lo que parece es que Losantos es alguien muy propenso a ver tramas
ocultas y “confabulaciones” en no pocos fenémenos sociales. Así, reparemos en su
persistente hipótesis de que en la trama del 11 M intervino la ETA,
etcétera.
Cualquiera que vaya a ser el futuro de la movilización Democracia real
ya, también llamada Movimiento 15 de Mayo, luego de las elecciones
autonómicas de este próximo domingo 22, lo que a día de hoy me parece muy cierto
es que como movimiento cívico manifiesta una propuesta absolutamente justa,
legítima, necesaria. Por tanto, ¿qué temores, intereses o no confesados
servilismos puede haber en las personas y grupos mediáticos ideológicamente de
derechas que, incluso con maneras irónicas y despectivas -el caso del señor
Federico Jiménez Losantos- , descreen de iniciativas críticas como
Democracia real ya, e incluso las anatematizan?
Insisto: no lo entiendo. Vale que pueda ser que no todo lo que están pidiendo
los jóvenes sea realmente posible; en verdad, en la mejor tradición del
sesentero Mayo francés, los jóvenes movilizados por Movimiento 15 de
Mayo ”están siendo realistas pidiendo lo imposible”. Vale que pueda ser
que haya mucha ingenuidad en algunas de las propuestas de Democracia
realya (esto es, desconocimiento del engranaje o juego propio de
la democracia formal representativa o burguesa); pero esas críticas ácidas, esas
condenas sumarísimas, esas sospechas de que en en fondo de su origen la
movilización Democracia real ya es una parida de niños bien…
Me parece alucinante una acusación de tal calibre. Además de injusta.
En fin, acaso yo mismo sea además de un idealista un ingenuo; por ende,
prefiero seguir considerando que la movilización Democracia real ya es
un grito cívico de protesta, denuncia y desafío hacia una drástica
transformación social merecedor de todo el apoyo social posible. Que otros no lo
vean así, bueno, es algo que suscita en mí mismo, como poco, algunas confusas
perplejidades. La principal, ésta: ¿opinan así de un movimiento social como el
que nos ocupa porque no en balde son, precisamente por opinar
así, ideológicamente de derechas, y aun muy de derechas?
¿Cómo es posible? ¿Por qué esa mayoría manifiesta que no está de acuerdo con unas movilizaciones ciudadanas que, a buen seguro, una mayoría de ciudadanos españoles sí contemplamos con esperanza, porque las juzgamos como un grito cívivo necesario y que ya no podía esperar más ante la gravedad de la crisis económica que padecemos, ante el paro que afecta en España a 5.000.000 de personas, ante el deterioro de la democracia en España, ante la insensatez de la casta política… ? ¿Es que acaso creerán, como ya está sugiriendo el señor Federico Jiménez Losantos, que esas manifestaciones son algo así como una suerte de extraña estrategia de Rubalcaba para sembrar confusión y tensión en los días de campaña electoral y así perjudicar al PP y a otros partidos minoritarios de derechas? Desde luego, por muy buen analista y comentarista de la actualidad que digan que es, lo que parece es que Losantos es alguien muy propenso a ver tramas ocultas y “confabulaciones” en no pocos fenémenos sociales. Así, reparemos en su persistente hipótesis de que en la trama del 11 M intervino la ETA, etcétera.
Cualquiera que vaya a ser el futuro de la movilización Democracia real ya, también llamada Movimiento 15 de Mayo, luego de las elecciones autonómicas de este próximo domingo 22, lo que a día de hoy me parece muy cierto es que como movimiento cívico manifiesta una propuesta absolutamente justa, legítima, necesaria. Por tanto, ¿qué temores, intereses o no confesados servilismos puede haber en las personas y grupos mediáticos ideológicamente de derechas que, incluso con maneras irónicas y despectivas -el caso del señor Federico Jiménez Losantos- , descreen de iniciativas críticas como Democracia real ya, e incluso las anatematizan?
Insisto: no lo entiendo. Vale que pueda ser que no todo lo que están pidiendo los jóvenes sea realmente posible; en verdad, en la mejor tradición del sesentero Mayo francés, los jóvenes movilizados por Movimiento 15 de Mayo ”están siendo realistas pidiendo lo imposible”. Vale que pueda ser que haya mucha ingenuidad en algunas de las propuestas de Democracia real ya (esto es, desconocimiento del engranaje o juego propio de la democracia formal representativa o burguesa); pero esas críticas ácidas, esas condenas sumarísimas, esas sospechas de que en en fondo de su origen la movilización Democracia real ya es una parida de niños bien… Me parece alucinante una acusación de tal calibre. Además de injusta.
En fin, acaso yo mismo sea además de un idealista un ingenuo; por ende, prefiero seguir considerando que la movilización Democracia real ya es un grito cívico de protesta, denuncia y desafío hacia una drástica transformación social merecedor de todo el apoyo social posible. Que otros no lo vean así, bueno, es algo que suscita en mí mismo, como poco, algunas confusas perplejidades. La principal, ésta: ¿opinan así de un movimiento social como el que nos ocupa porque no en balde son, precisamente por opinar así, ideológicamente de derechas, y aun muy de derechas?