Este mensaje final del Congreso de Teólogos y Teólogas de la Asociación Juan
XXIII es esto, se resume así: qué empeño en querer fomentar sí o sí la
disidencia en el seno de la Iglesia católica. Solo que a renglón seguido me
digo: vale, acaso esté bien que lo hagan, es decir, allá ellos, pero ¿hacerlo en nombre
del beato Juan XXIII? ¡Parece una tomadura de pelo, una broma macabra, algo de
muy mal gusto!
Toda la teología disidente que cierto catolicismo progre plantea, no solo es
contraria al sentir del Magisterio actual cuyo máximo garante -por voluntad de
Jesucristo es así, no se olvide- es Benedicto XVI, ¡es que es absolutamente
contraria al sentir y al pensamiento espiritual y teológico del papa Juan,
el Papa bueno!, bajo cuyo paraguas protector se quieren seguir poniendo
en circulación dentro y fuera de la Iglesia católica. Y esto, me parece, es una
argucia sin ninguna base doctrinal y, sobre todo, injusta para con la Iglesia
toda universal y para con la memoria y la herencia del papa Juan XXIII.
Por lo demás, ante un texto tan patéticamente animador de la disidencia
anticatólica como el mensaje final de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan
XXIII, solo me resta la siguiente confesión de estupefacción: ¿es cierto que
subyace en este texto final la soterrada y no tan sutil o soterrada afirmación
de que todo católico deseoso de fidelidad al Magisterio es un fundamentalista en
potencia y en acto?
Dicho con otros ejemplos, veamos. Quien estas líneas escribe no es miembro ni
nunca lo ha sido de los llamados movimientos católicos neoconservadores
(kikos, Opus Dei, etcétera); sin embargo, ¿por qué son calificados invariablemente de fundamentalistas
estos movimientos, acaso por su intento de fidelidad al Magisterio?, ¿porque muchas de
las mujeres pertenecientes a tales grupos sí están abiertas con generosidad a la maternidad, cosa
que choca con la mentalidad progre antinatalista fomentada por un cierto
feminismo dizque católico, emparentado incluso con la anticristiana ideología de
género?
Es más, desde la disidencia católica o supuestamente católica ¿lo que se
pretende es que el Magisterio acepte el aborto, la anticoncepción, la ideología
de género, la eutanasia, el divorcio, las reivindicaciones del colectivo LGTB…?
¿Es por esto por lo que se patalea tanto?
Pregunto, tocando a las puertas de este atrio que pretende congregar a católicos (progresistas, of course) y a gentiles igual de progresistas.
25 de mayo, 2018. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.