No pensaba hacer más comentarios, pero visto el revuelo que han levantado
mis comentarios, que no pretendían sino perfilar una praxis cristiana en
fidelidad creativa, crítica si se quiere, y hasta “dolorosa” a la Iglesia…
Señores y señoras, no pertenezco a ese grupo que algunos de ustedes insinúan; lo conocí, lo
traté, lo estudié bien, pero no pertenezco al mismo. En realidad, soy crítico con
ese movimiento, solo que en sus mejores tiempos, me refiero a los de tal
movimiento, me pareció descubrir una entrega militante y una pasión por la
justicia que ni remotamente he creído conocer en los grupos de católicos progres
que he ido conociendo en mi periplo militante que ya cumple 25 años. Por lo
demás, algunos de esos “gurús” que algunos de ustedes dicen, y en cierta medida fanáticos -añaden ustedes-,
a mí al menos me parecieron cuando los conocí y los traté personas muy
solidarias, muy entregadas al Evangelio como buenos hijos de la Iglesia.
La apertura del papa Juan XXIII, su convocatoria del Concilio, el
aggiornamiento de la Iglesia a la luz de ese Concilio, etcétera, tiene muy poco que ver o
nada con el Magisterio paralelo que se
pretende desde un portal como este atrio para progresistas y demás gentiles. Ustedes, que presumen de teólogos o siquiera curtidos en
mil batallas eclesiales y sociales, deberían saberlo.
Paso de responder a los insultos de una señora que responde al nombre de A.R.
, ¿para qué? Yo afirmo con el Magisterio que la ideología de género tiene
más de condenable que de admisible; si ella piensa lo contrario, muy bien, allá
ella, solo que se retrata, me parece: debe ser la clásica católica ultraprogre,
feminista y demás. Partidaria, me supongo, del aborto según y cómo, de la
contracepción según y cómo, de la homosexualidad según y cómo… O sea, de todo lo
que rechaza la doctrina del Magisterio, papa Juan XXIII incluido. Por esta
defensa, una señora como A.R. me tachará de facha y de derechas; ella,
mientras, rechazando la doctrina del Magisterio, será eso, una de las voces
lúcidas de este habitáculo.
Florido E.: en absoluto soy profeta, tú debes saber que no lo soy,
¿para qué esas ironías? Soy alguien que reflexiona mucho sobre qué comporta
creer en el Evangelio desde la fidelidad a la Tradición y al Magisterio, todo lo contrario a tu propuesta de catolicismo progre. Y para mí que
es ardua empresa: a menudo me duele la Iglesia, su carnalidad, la insensatez
de muchos de sus miembros, pastores incluidos, etcétera.
Buenas noches. Que sueñen todos con los angelitos.
27 de mayo, 2018. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.