Ah, por cierto, Carmen, acabo de echarle un vistazo al blog del que
muy irónicamente maquinas que puedo ser el autor; su autor pertenece a la FSSPX,
grupo que si bien no es herético, como sí lo es el común de la progresía católica,
tampoco goza de mis especiales simpatías. Yo no puedo ser el autor de tal blog,
pues no rechazo el magisterio del Concilio Vaticano II, que sí rechazan los
seguidores de Marcel Lefevbre… y los de este habitáculo de progresistas y resto de gentiles, por más que pregonen a los cuatro vientos que son los más audaces y autorizados intérpretes y artífices de tan trascendental acontecimiento eclesial.
Más aceite da un ladrillo. Yo acepto el
Vaticano II y el Vaticano I y Trento y todos. Tú y muchos que aparecen por
aquí para insultar a los que hacemos pública confesión de fidelidad al Papa,
¿cuántos aceptan? ¿Solo el Vaticano II? Si es así, en realidad no aceptan
ninguno, ni siquiera ese tan citado por muchos de ustedes, pues el Vaticano II no es concilio de
ruptura sino de hermenéutica de la reforma en la continuidad. A pulso.
En fin, desapareceré de este nido de intransigentes y disidentes, pues aún no
soy masoca.
El que faltaba: el exaltado fanático comecuras Pep Gala sumándose también al
carro de los insultadores. Ya este, todo energúmeno él, me ha insultado en otras
ocasiones, sin yo ni siquiera referirme a su persona, y a otros amigos míos que
han asomado por aquí.
Y la señora Carmen, erre que erre, más insultos y desprecios. ¿Por qué? Lo
quiero analizar: he podido excederme en algún comentario, puede que en alguno,
pero sobre todo me da que soy insultado porque pretendo confesar mi fidelidad a
la Iglesia: Sagrada Escritura, Magisterio y Tradición. Pero claro: en este atrio concitador de la atención principal de progresistas y resto de gentiles,
no se debe aparecer como fiel a la Sagrada Escritura, la
Tradición y el Magisterio, porque se corre el riesgo de que lo linchen a uno
aquí, incluso por parte de personas que se autodenominan católicas, manda peras
a la plaza.
Nota: aunque es ocasión para volver a insultarme, diré que no soy el autor de
ese blog, del que ni siquiera tenía conocimiento. Y en cuanto a tu vida, Carmen
-en efecto, abuela no pero madre mía sí pudieras…-, ni que decir que con ella puedas hacer
lo que desees, solo que viviéndola como sospecho que la vives, muy poco
católica parece. Allá tú, no debo meterme en ella, solo que no deja de sorprender que en este sitio
descarguen toda su artillería pesada contra las expresiones de fidelidad al
Papa.
Buena tarde a todos, sin acritud.
27 de mayo, 2018. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.