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Yo estuve en la manifestación antipapa apoyada por Redes Cristianas. Al llegar a Sol y producirse el ya famoso encontronazo con unos pocos peregrinos de la JMJ que por allí había, unos pibillos que no llegaban ni a los veinte años de media, casi todos extranjeros, vi y escuché cómo algunos exaltados de la manifa atea proferían “piropos” como “Menos rezar y más follar”, “Benedicto es un nazi”, “¡Fuera de aquí!, la plaza es nuestra”, “¡Hijos de puta!”, “¡Os vamos a quemar como en el 36!” … Vi una lluvia de condones; vi a un manifestante en pelota picada, tapando sus partes con un estampita de Cristo crucificado; vi a rabiosas feministas reivindicando aborto libre y gratuito y libertad sexual promiscua o a calzón caído; vi rostros desencajados como inyectados en odio… Mi amigo, que me acompañaba, hizo fotos, están publicadas en algunos sitios de Internet.
Me sigo preguntando por qué no denuncian no sólo los aspectos poco edificantes, poco evangélicos, de la JMJ -que los hubo, a mi juicio-, sino también el clima ferozmente agresivo, anticatólico, antievangélico y zahiriente contra la Iglesia católica protagonizado por algunos exaltados de la manifestación atea o antipapa que tuvo lugar en Madrid en plena JMJ del pasado mes de agosto.
ATRIO
Espero que esta reflexión no sea censurada, como sí han hecho con otras mías.
Yo estuve en la manifestación antipapa apoyada por Redes Cristianas. Al llegar a Sol y producirse el ya famoso encontronazo con unos pocos peregrinos de la JMJ que por allí había, unos pibillos que no llegaban ni a los veinte años de media, casi todos extranjeros, vi y escuché cómo algunos exaltados de la manifa atea proferían “piropos” como “Menos rezar y más follar”, “Benedicto es un nazi”, “¡Fuera de aquí!, la plaza es nuestra”, “¡Hijos de puta!”, “¡Os vamos a quemar como en el 36!” … Vi una lluvia de condones; vi a un manifestante en pelota picada, tapando sus partes con un estampita de Cristo crucificado; vi a rabiosas feministas reivindicando aborto libre y gratuito y libertad sexual promiscua o a calzón caído; vi rostros desencajados como inyectados en odio… Mi amigo, que me acompañaba, hizo fotos, están publicadas en algunos sitios de Internet.
Me sigo preguntando por qué no denuncian no sólo los aspectos poco edificantes, poco evangélicos, de la JMJ -que los hubo, a mi juicio-, sino también el clima ferozmente agresivo, anticatólico, antievangélico y zahiriente contra la Iglesia católica protagonizado por algunos exaltados de la manifestación atea o antipapa que tuvo lugar en Madrid en plena JMJ del pasado mes de agosto.
ATRIO
Espero que esta reflexión no sea censurada, como sí han hecho con otras mías.
